por Berta Ponce Martín
Muchos padres cuando piensan con sus hijos en las actividades extraescolares que pueden hacer estos, buscan que se diviertan pero, además, que puedan adquirir algunas herramientas que les ayuden en su desarrollo. Sin duda, el teatro es una de estas actividades por todas las habilidades que ayuda a desarrollar y todo lo que integra.
Aprendo Jugando
Entre los 18 meses y los dos años aparece en el niño el juego simbólico, este permite al pequeño representar situaciones reales o ficticias ayudando así a comprender el entorno en el que vive, (un niño extiende los brazos y hace como si fuera un súper héroe, una niña con una mantita entre los brazos hace como si acunara a un bebé…).
El niño aceptará unas reglas que serán un paso importante para el respeto de las normas de la sociedad adultaEste juego va evolucionando a medida que se desarrolla el lenguaje y el niño crece, dando paso a un juego más complejo donde la relación del niño con sus iguales tomará cada vez más importancia, ayudándole a sí en su desarrollo social. A partir de los 4 años ya entienden que una persona puede representar varios papeles y que cada uno requiere una actitud diferente.
Alrededor de los siete años “las reglas” tomarán importancia en el juego, estas le permitirán al niño una mayor adaptación social. El niño aceptará unas reglas que serán un paso importante para el respeto de las normas de la sociedad adulta.
A través del juego el niño descubre el teatro, de una manera natural el niño ensaya diferentes roles, imita a otros, crea nuevos personajes, representa situaciones de su día a día, imagina, se expresa, etc.
En el teatro infantil los niños representan una obra donde a un grupo de personajes les van sucediendo cosas. Muchas veces la obra trasmite valores o tiene una moraleja final donde los niños pueden identificarse con los personajes, aprendiendo así de la experiencia de estos.
Beneficios de esta actividad para los niños:
- Ayuda a desarrollar la expresión verbal, favoreciendo que el niño mejore la manera de comunicarse (dicción, fluidez, claridad, vocabulario….).
- Ayuda a desarrollar la expresión corporal, facilitando que el niño tome conciencia de su cuerpo y de la expresión de sentimientos y sensaciones a través de este.
- Ayuda a los niños a relacionarse con sus compañeros, teniendo además juntos un objetivo común, aprendiendo a través del trabajo en equipo donde unos se ayudan a otros y se aprecia el trabajo de todos.
- Los niños aprenden a conectarse con sus emociones y a reflexionar sobre ellas al tenerse que poner en el lugar del personaje que representan, llegando a comprender diferentes maneras de ver el mundo en el que viven.Permite a los niños a sentirse más seguros ayudándoles a desinhibirse y a ganar confianza en sí mismos.
- Ayuda a entender y valorar la constancia en el trabajo, aquí la meta no es inmediata sino que uno ha de trabajar durante un tiempo para conseguir el objetivo.
Estimula la creatividad y la imaginación, tan importante hoy en día donde la mayoría de juguetes dejan pocas opciones para esto.A través de las obras que se representan y del trabajo en equipo los niños pueden aprender muchos valores: igualdad, respeto, colaboración, responsabilidad, compromiso, tolerancia…
Hace unos meses entré en una clase de teatro para niños, durante el rato que estuve allí me fueron sorprendiendo muchas cosas, en primer lugar, la buena relación entre los niños y niñas de la clase, muy diferentes en edades (desde los 3 hasta la adolescencia), los pequeños imitando a los mayores, algunos niños mayores cuidando a los más pequeños, juegos entre unos y otros, risas... Un ambiente muy familiar.
Pude observar un vínculo especial entre el profesor y sus alumnos donde la confianza y el respeto hacia él parecen la base de esta relación. Ejercicios muy interesantes que ayudan a los niños a conectarse con su cuerpo y sus emociones, a saber más de sí mismos, otros destinados a perder la vergüenza, ejercicios de baile con la música de fondo etc. Y bajo estos ejercicios guiados por el profesor un gran respeto a que cada niño se muestre tal como es.
Un profesor atento y sensible muy pendiente de mostrar reconocimiento a sus alumnos.
Hoy, Luis Montiel, profesor de esta clase nos cuenta en primera persona sus inicios en el teatro, como son sus clases y los beneficios que estas aportan a los niños:
“En el teatro empecé en el colegio desde que era pequeño, con las obras de Navidad y fin de curso, cada vez me gustaba más y con 13 años me inicié más profesionalmente yendo a la escuela Estudio Liberarte con un horario un poco duro, salía sobre las 11 de la noche, y mientras estaba allí aprovechaba para poder estudiar ya que nunca he dejado de hacer mis obligaciones. En esta escuela tuve como profesores a: Daniel Cicaré, Martijn Kuiper, Emilia Mazzer entre otros y tuve seminarios con Federico Luppi y Ricardo Darín. Cada día era diferente y eso es lo que hacía que esto me gustase tanto”.
“El teatro para los niños es un complemento necesario para su formación ya que les ayuda a descubrir muchas habilidades que no saben que tienen o a veces lo saben pero les da miedo demostrarlas. Esta actividad les aporta seguridad y motivación personal”.
“La confianza que los niños van adquiriendo es lo primordial para mí, no me interesa solo que hagan una obra al final de curso, valoro que se formen como personas, que poco a poco sean capaces de valorarse a sí mismos, que pierdan el miedo a lo que digan los demás”.
“Es muy bueno que haya niños y niñas de diferentes edades, todos aprenden de los demás sin darse cuenta, los pequeños de los mayores y viceversa. Esto hace que mantengan una relación de amistad muy buena. También las familias se adentran en ese mundo de amistad de sus hijos al participar muchas veces ayudando con los disfraces, decorados…”.
“El trabajo con niños y niñas de diferentes edades es difícil, por lo que tengo que hacer juegos para conseguir las diferentes técnicas. A través del juego les guió por diferentes situaciones, haciendo que vayan consiguiendo demostrar las distintas emociones que busco. Así puedes ver a un niño llorar, reír, asustarse, enfadarse... sin tener que decirle que lo haga.
“La relación que mantengo con los alumnos es de mucho cariño, yo diariamente aprendo con ellos, pasamos muchas horas juntos, sobre todo en las épocas de más ensayos y eso hace que el vínculo entre todos sea más estrecho. Si ellos se sienten queridos se sentirán seguros y más motivados y además te verán como una figura importante en su formación”.
El teatro es una actividad muy completa que potencia muchas aptitudes, favorece el desarrollo psicomotor, emocional, cognitivo y social de los niños, bajo un escenario de juego y diversión.
Artículo retomado de El Confidencial:
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